sábado, 20 de noviembre de 2010

DE NUEVO EN EL QUINDÍO

Carlos Alberto Villegas Uribe, nuevo secretario de Cultura

Carlos Alberto Villegas Uribe, un calarqueño de 49 años, es el nuevo secretario de Cultura departamental. Licenciado en educación con especialidad en tecnología educativa de la universidad del Quindío y maestría en comunicación educativa de la Universidad Tecnológica de Pereira asumió ayer en la tarde su cargo y tendrá el reto de devolverle a la región un despacho que en vigencias anteriores estuvo adscrito a la dependencia de turismo.
Villegas Uribe, quien se encontraba en Madrid, España, es becario del programa de la Unión Europea de Becas de Alto Nivel para Profesionales de Alto Nivel América Latina, Alban, en la universidad Complutense de Madrid, donde desarrolló la tesis doctora ‘Psicogénesis de la risa, la risa como construcción de cultura’, en el doctorado la lengua, la literatura y su relación con los medios de comunicación, en la facultad de Ciencias de la Información.

A nivel profesional se ha desempeñado como asesor del Icfes para los programas de educación a distancia, durante el gobierno de Belisario Betancurt Cuartas; asesor de comunicaciones de la alcaldía mayor de Bogotá, en la alcaldía de Juan Martín Caicedo Ferrer, asesor del Sena en el programa de formación para la innovación y la creatividad en las regionales de Caldas, Risaralda, Tolima y Quindío, jefe de medios audiovisuales, jefe de extensión, con funciones de prensa y secretario general (e) en la universidad del Quindío.

De la misma manera, fue gerente de cultura, gobernador (e) y gerente de Turismo (e) del departamento del Quindío, así como asistente de dirección en Tonos y Medios en Bogotá y coordinador de proyectos del Instituto del Pensamiento Liberal, en la Dirección Nacional Liberal.
Ha sido docente de pregrado y postgrado en las universidades del Quindío, Antonio Nariño y Javeriana. En esta última institución instauró la cátedra psicogénesis.

En su amplía hoja de vida está el trabajo de gestor cultural, con el que fue promotor del Concurso Nacional de Poesía Universitaria Euclides Jaramillo Arango y a la Hora del Arte, en la universidad del Quindío. Creó con el apoyo de diversas entidades culturales: Café Con Verso, el Encuentro de la Cultura Cafetera, coordinó en Bogotá, el Festival de Fisonomía Caricatográfica: Hacienda Haciendo Humor, realizado por la Asociación Colombiana de Caricaturistas El Cartel del Humor, en la Hacienda Santa Bárbara de Bogotá. Participó en la realización del Festival Mundial de Humor Gráfico Calarcá 89, desempeñó la coordinación académica del Instituto de Bellas Artes de la Uniquindío y fue vinculado a la gobernación del Quindío como gerente de cultura, donde lideró el plan de desarrollo Biocultura 2020, edición de la Antología Poética del Siglo, Quindío vive en su poesía; la antología de caricaturistas A Punta de Lápiz: El Quindío en la caricatura colombiana; la colección de autores quindianos Quindío Vive, el Encuentro Nacional de Caricaturistas: La CafeteRÍA; el programa para el fortalecimiento de bandas de música que incluyó el posicionamiento de la Banda Departamental como sinfónica, la edición del CD Banda Sinfónica del Quindío y el plan de capacitación y consolidación de bandas juveniles en 9 municipios, con el apoyo del ministerio de Cultura.

Fue miembro activo del Consejo Filial de Monumentos, Capítulo del Quindío y promovió los programas Por la ruta del Patrimonio Quindiano y el seminario permanente sobre turismo y apropiación de patrimonio cultural.
Entre otros logros, obtuvo la mención de honor en el II Salón de Artistas Quindianos 2003 y segundo puesto en el III Salón de Artistas Quindianos 2004. Sus vidopomeas fueron seleccionados en el Festival de Arte y Poesía de París.
Carlos Alberto Villegas Uribe se posesionó ante el gobernador Julio César López Espinosa en su despacho, ayer a las 5:00 p.m.

TOMADO DE LA CRÓNICA DEL QUINDIO 20-11-2010

domingo, 14 de noviembre de 2010

Hacerse doctor!!!


Aquí tienen el testimonio grafico del momento en que el estudiante de la Universidad Complutense de Madrid, el colombiano Carlos Alberto Villegas Uribe, presenta su tesis de grado ante el Jurado.


Sobra decir que la tesis trata sobre la risa, es evidente.

Es muy grato referenciar que este colombiano, nacido en Calarcá -tierra de poetas, como dicen por ahí- y
bachiller del Colegio Robledo en 1978, haya alcanzado la máxima calificación que otorga esta Universidad: Meritoria, Cum laude, para su tesis de grado.

Congratulaciones para nuestro amigo PTT.

sábado, 13 de noviembre de 2010

OTRA PARTIDA


Tal como lo anunciaba en una nota de agosto del año pasado, ahora se presenta una nueva partida, un abandono, cada vez más la península se deshábita, y en esta ocasión le corresponde el turno a PTT, o mejor, al ahora Doctor PTT; porque se ha hecho doctor. El muy ladino se la pasó tres años por estos lares dedicado a hacerse con el título, y a bien que lo ha logrado. Se doctora en risa, o mejor, por la risa, o en razón de la risa y no es un chiste. Si alguien quiere saber a ciencia cierta cuál es la razón de tal dignidad, que se lo pregunte al susodicho, que yo no me meto, pero eso sí, no respondo por la salud mental del interesado!

Lo único que puedo añadir es que el hombre se ha dedicado a vivir de y para la risa. Se la pasa investigando, urgando, ideando, inventando o desarrollando o lo que sea, términos y teorias sobre la risa, por ahí le sonó la flauta y se hizo Doctor, de la nosequeología de la risa.

Así que una vez que la Universidad Complutense de Madríd ha logrado deshacerse del risólogo, otorgándole tan merecido título, el hombre recoge sus bártulos, o mejor, se los recogen para regresar al terruño; vuelve a la tierra que lo vio nacer -y que lo ha padecido durante tantos años- y no es que vuelva porque se haya quedado manivacío, o desocupado, nó, vuelve porque lo llaman, lo invitan, lo convidan, lo reclaman. Mejor dicho, vuelve porque le ofrecen chamba, curro, laburo; noooo, mentira, vuelve porque tiene "puesto" o "coloca", escritorio y silla. . .

Así que de nuevo, lo quindianos, en especial sus amigos y familiares, tendrán la suerte de tenerlo entre ellos, para departir y compartir, y sufrirlo, claro, que de eso se trata.

Buen viaje, exitos en la nueva labor y felicitaciones por la meta alcanzada, que gran esfuerzo le ha costado llegar; me consta!


Nota final, que no puede faltar, Carlos Alberto Villegas Uribe, más conocido en el mundanal ruido como PTT -que no sé ahora con título y cargo si se le pueda seguir llamando así cariñosamente- nacido en Calarcá, lo conozco y trato desde 1972, cuando coincidimos en la Escuela Girardot, en quinto de primaria, para reencontrarnos en le Colegio Robledo dos años más tarde, en tercero y compartir los estudios de bachillerato hasta graduarnos en 1978 (El primer Cartón, para el futuro tugurio). En 1980 volvimos a coincidir en la Coopetarativa de Caficultores del Calarcá, y cursamos estudios en la Universidad del Quindío de forma paralela, claro que él entró un poco antes, hizo una carrera más corta y obviamente se graduó con antelación (segundo Cartón). A partir de allí, si mal no recuerdo, él viajó a Bogotá, después volvió al Quindío y regresó nuevamente a Bogotá; eso si no garantizo fechas ni órden de desplazamientos, pero se la pasó entre las dos capitales durante varios años, mientras laboraba, que no es del caso precisar dónde ni con quién, porque yo no soy ningún chismoso, y algo tuvo que haber estudiado durante estos años, para seguir construyendo su tugurio intelectual; entre tanto yo, una vez terminados mis estudios universitarios, estuve al servicio de varias empresas, que tampoco es del caso precisar, lo que me llevó a viajar por medio país durante más o menos doce años; tiempo durante el cual de forma esporádica tuvimos oportunidades para encontrarnos y fortalecer nuestros lazosos de amistad. Llegado el final del siglo y con los albores de trecer milenio me radiqué en España, en Valencia, sobre el Mediterráneo y, lo que son las cosas, PTT vino a caer también por estas tierras, a Madrid y luego a Galapagar -lo mismo que el Pbro. Camilo Augusto Sánchez Herrera, que de Madrid pasó a la Seu d´Ugel, en el Pirineo Catalán, y de allí voló directo a la Central de Juventudes, en Bogotá- Ahora, después de recoger su último Cartón, ya con el tugurio casi terminado, él regresa a la tierra, mientras yo sigo anclado en este puerto; pareciera que ahora los caminos se bifurcan, después de las coincidencias habidas desde ese lejano 1972, ya veremos si el tiempo se encarga alguna vez de desmentirlo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

LA LLUCA Y EL FILÓLOGO.

Que no se alarme, ni se asuste, ni se burle antes de tiempo, que se lo tome con calma; lo que pasa es que ayer estuve recordando las tan manidas formas de preguntar por la ortografía de algunas palabras, que desde los tiempo de upa nos acompañaron.

Y qué mejor referencia que la yuca, con ye, como se debe. Cuántas veces oímos preguntar, o lo hicimos nosotros mismos: ¿con ye de yuca?, y claro, la consabida respuesta que no se hacía esperar "con elle, de lluvia" (torpe). Y también la "be" corta y la "b" larga, con sus animalizadas versiones: be de burro y "be" de vaca, sin faltar la "ce" de casa. Ahora me pregunto si también recurriamos a la "ge" de gato; creo que la pregunta se hacía, ¿con ge o con jota?, a lo que solían respondernos con un desconsolador: siiií.

Ahora, muchos años después, pero no propiamente frente al pelotón de fusilamiento, y bastante desconectado de la palabrería estudiantil y sus formas y recursos, salta a los titulares de la prensa lo de la nueva gramática de la lengua, y sus pretenciones de acabar con tan ingeniosas formas; que nada, que la be es la be y la uve es la uve, y ye y elle, y pare de contar, que no hay duda ni razón posible, que se escribe como se escribe y se llama como se llama, así que se pueden ir introduciendo sus yes -con sus respectivas yucas- por donde mejor les parezca, y punto!

Jóder con lo filólogos y los gramáticos y los académicos y demás especímenes semejantes!!!.

Pues bien, siempre nos enseñaron -otra cosa es que lo hubiéramos aprendido- que la be es la be, la uve, uve, como también que la ye es la ye y la elle, elle.
Lo mismo que lo de labidentales y labiales, y vainas por el estilo. Pero eso sí cuando llegaba el caso no era frecuente quecurrir a tan apropiados nombres, volvíamos al tubérculo, los cuadrúperos y al consabido aguacero. Cosas de muchachos.

Con la ge y lo jota la confusión era menor, y en caso de confución el felino era buen compañero, aunque no faltaba quien confundiera a don Gorje.

¿Cómo preguntan ahora por la ortografía los hijos y los nietos de los bachilleres del Colegio Robledo de Calarcá de 1978?. Esa pregunta no tiene respuesta, lo sé de antemano, y no porque no se hagan las preguntas y se obtengan respuestas, no, simplemente porque a este blog, nadie le escribe!