Revisando los archivos del insomnio que ya acumulan cerca de tres años de puro y duro bla, bla bla, me encontré con el escrito de hace dos años exactos, y no quise perder la oprotunidad para traerlo de nuevo del rincón del olvido y darle vigencia; así que sólo he modificado las fechas en el texto que abajo encontrarán, que no hago trampas, he!.
Ahora bién, para que no suene a angaño, he de dedicar algunos minutos de este último día del 2010 al blog, que todo no puede reducerse a "copiar y pegar".
Cada año me enfrento a los mismos fantasmas, a las mismas dudas e inquietudes; todas relacionadas con las fechas y los calendarios; con solo consultar un poco, nos damos cuenta que 2010 es un convecionalismo de occidente, nada má, que data de la época de Dionysius Exiguus. Los chinos andan a su aire con su animalísticos años, los hebreos tienen su cuenta más larga -van por el 5771-, y así, hasta los Caballeros de la Suprema Orden de la Iglesia de la Suma Frivolidad, que van por año trece (13), número cabalístico, por cierto, todos llevan sus cuentas y viven sus años y hacen sus conjuros y celebraciones en fechas distintas; si hasta calendarios propios tienen, que nada tinen en común con el "nuestro".
Entonces cabe preguntarse ¿cuántas falsas verdades encierran los calendarios y sus almanaques? en cúal se ocultan más mentiras, cúal es el más certero...?
Mejor, Dejmosnos de Vainas, evocando a Daniel Samper, y disfrutemos de esta fecha sin pensarlo dos veces. Felicidades a todos y que el occidentalizado 2011 las cosas marchen mejor, el mundo deje de deteriorarse o al menos lo haga más lentamente y los mortales que aún no cumplimos la cita tengamos alientos para vivir muchos 31 de diciembre.
Ahí les de jos la columna de hace dos años, sin ningún cambio.
miércoles 31 de diciembre de 2008El último día
Sólo me refiero a la fecha, según el convencionalismo que terminó imponiéndose en el mundo occidental. 31 de diciembre, fin de año, nochevieja como la llaman por estas tierras de quijotes y sanchos, la mítica y comercializada -como todo en este mundo- noche en la que por arte magia completamos, una vez más, la vuelta que este globo de locos da al rededor del sol sin deternerse ni cambiar de rumbo, !y que ni se le vaya a ocurrir hacerlo¡.
Y así como termina el año, también termina la cuenta del trigésimo aniversario que hemos venido haciendo para los bachilleres del Colegio Robledo de Calarcá, del año 1978.
Sí, ahora que cerramos este primer ciclo, y dado que la tarea no se ha cumplido aún, no queda otro remedio que continuar, seguir dando la lata, insistiendo, agotando recursos, intentando de nuevo, hasta amenazando; porque el propósito inicial, de contactar con la mayor cantidad de egresados sigue en pie y lo seguirá estando. No claudico, no me rajo ni me doy por vencido.
Así que en el 2009 seguiremos (a menos que Google nos lo impida) intentando atraer hacia este pequeño rincón a los que en alguna ocasión compartimos pupitres, o sillas y hasta clases, en los salones de la arenosa colina donde funcionaba el Colegio Robledo en los setentas.
A pesar del silencio de los lectores, porque ni mudos que fueran; nada dicen, no dan señales de vida, el mutismo los invade y los gobierna; digo, a pesar de ello, aca seguiré palabreando recuedos, que no son muchos, mientras poco a poco vamos difundiendo este entuerto y vinculando, al menos como lectores esporádicos, a los tan recelosos convocados.
Un Feliz 2009 para todos.