viernes, 31 de diciembre de 2010

Viernes, 31 de diciembre de 2010

Revisando los archivos del insomnio que ya acumulan cerca de tres años de puro y duro bla, bla bla, me encontré con el escrito de hace dos años exactos, y no quise perder la oprotunidad para traerlo de nuevo del rincón del olvido y darle vigencia; así que sólo he modificado las fechas en el texto que abajo encontrarán, que no hago trampas, he!.

Ahora bién, para que no suene a angaño, he de dedicar algunos minutos de este último día del 2010 al blog, que todo no puede reducerse a "copiar y pegar".

Cada año me enfrento a los mismos fantasmas, a las mismas dudas e inquietudes; todas relacionadas con las fechas y los calendarios; con solo consultar un poco, nos damos cuenta que 2010 es un convecionalismo de occidente, nada má, que data de la época de Dionysius Exiguus. Los chinos andan a su aire con su animalísticos años, los hebreos tienen su cuenta más larga -van por el 5771-, y así, hasta los Caballeros de la Suprema Orden de la Iglesia de la Suma Frivolidad, que van por año trece (13), número cabalístico, por cierto, todos llevan sus cuentas y viven sus años y hacen sus conjuros y celebraciones en fechas distintas; si hasta calendarios propios tienen, que nada tinen en común con el "nuestro".

Entonces cabe preguntarse ¿cuántas falsas verdades encierran los calendarios y sus almanaques? en cúal se ocultan más mentiras, cúal es el más certero...?

Mejor, Dejmosnos de Vainas, evocando a Daniel Samper, y disfrutemos de esta fecha sin pensarlo dos veces. Felicidades a todos y que el occidentalizado 2011 las cosas marchen mejor, el mundo deje de deteriorarse o al menos lo haga más lentamente y los mortales que aún no cumplimos la cita tengamos alientos para vivir muchos 31 de diciembre.

Ahí les de jos la columna de hace dos años, sin ningún cambio.

miércoles 31 de diciembre de 2008

El último día

Que no es el tantas veces anunciado y nunca cumplido, no, de apocalíptico nada, ni un céntimo.
Sólo me refiero a la fecha, según el convencionalismo que terminó imponiéndose en el mundo occidental. 31 de diciembre, fin de año, nochevieja como la llaman por estas tierras de quijotes y sanchos, la mítica y comercializada -como todo en este mundo- noche en la que por arte magia completamos, una vez más, la vuelta que este globo de locos da al rededor del sol sin deternerse ni cambiar de rumbo, !y que ni se le vaya a ocurrir hacerlo¡.

Y así como termina el año, también termina la cuenta del trigésimo aniversario que hemos venido haciendo para los bachilleres del Colegio Robledo de Calarcá, del año 1978.

Sí, ahora que cerramos este primer ciclo, y dado que la tarea no se ha cumplido aún, no queda otro remedio que continuar, seguir dando la lata, insistiendo, agotando recursos, intentando de nuevo, hasta amenazando; porque el propósito inicial, de contactar con la mayor cantidad de egresados sigue en pie y lo seguirá estando. No claudico, no me rajo ni me doy por vencido.

Así que en el 2009 seguiremos (a menos que Google nos lo impida) intentando atraer hacia este pequeño rincón a los que en alguna ocasión compartimos pupitres, o sillas y hasta clases, en los salones de la arenosa colina donde funcionaba el Colegio Robledo en los setentas.

A pesar del silencio de los lectores, porque ni mudos que fueran; nada dicen, no dan señales de vida, el mutismo los invade y los gobierna; digo, a pesar de ello, aca seguiré palabreando recuedos, que no son muchos, mientras poco a poco vamos difundiendo este entuerto y vinculando, al menos como lectores esporádicos, a los tan recelosos convocados.

Un Feliz 2009 para todos.

martes, 21 de diciembre de 2010

Otra de Nobel

Cosas curiosas pasan, desde el pasado 10 de octubre, me he encontrado en dos oportunidades con referencias al Nobel de Literatura del 1978, sí, el cuasidesconocido Isaac Bashevis Singer; la primera en una columna de Gustavo Matín Garzo en El País, del 23 de octubre, titulada "El silencio de los animales" y la segunda en una entrevista con Kjell Espmark, académico sueco, exdirector del Comité Nobel, publicada también en El País, el pasado 5 de diciembre.

Y hago mención del 10 de octubre como fecha de referencia, por cuanto en ella hice una entrada en este blog, donde hablaba del Nóbel de Literatura de 1978, apostando por el desconocimiento general de Bashevis Singer por parte de nosostros (los bachilleres del Colegio Robledo de Calarca, de 1978). Ahora no me atrevería a lanzar la sentencia, después de haberlo encontrado en dos oportunidades en el mismo diario y en tan corto tiempo. Es que somos muy rapiditos de lengua y salimos diciendo cualquier cosa, en cualquier momento; como bien dicen por ahí, por la boca muere el pez...

Si hasta estoy pensando en buscarme alguna obra del Singer este, para leerlo y congeniarme con el galardonado en tan recordado año, lo que son las cosas!


NOTA: Mientras encuentro el libro, aprovecho para enviarles un caluroso abrazo, en esta fecha de inicio del la estación invernal en el hemisferio norte, y desearles las mejores realización en el año que ya se nos vino encima. Que el 2011 sea fructífero y los llene de nietos, porque de hijos, imagino que poco, a estas alturas del partido.