viernes, 22 de enero de 2016

Y otro mas

Sí otro semestre y así todo un año, un 2015 que se borró de la lista...

Pero las cosas pueden cambiar, así como cambia el calendario, cambiamos también los que pasamos sus hojas, que es un decir eso de pasarlas, la verdad es que las arrancamos, y de raíz.  Cada día pasado, cada semana, mes, año se convierten en componente de lo que terminamos siendo; al fin y al cabo somos resultado de nuestras vivencias y nadie vive por otro, puede que en ellos nos reflejemos, pero poco mas, cada cual carga sus culpas y a nadie se le quita lo bailao!

Robledistas semos y que se caiga el mundo, esa herencia no nos la roban, pero tampoco podemos desprendernos de ella, es huella tallada en piedra, que no en arena, y nos marca e identifica; para bien o para mal, hijos de la colina arenosa donde aprendimos a ser y fuimos... Calarqueños para mas veras, hasta lo no nacidos en el terruño.

No faltará quien se pregunte, y a este que bicho raro lo pico?  nada, ni bicho ni picadura, simplemente que hoy me dio por volver a caminar por este entuerto mal llamado blogg, y pues los dedos que no se detienen, entre tanto La transformación del mundo espera sobre la mesa  (y no es que el mundo se detenga mientras las palabras se turnan una tras otra para formar la entrada, faltaría más, la susodicha transformación es un libraco en que ando entretenido de un tal Jürgen Osterhammel).

Así las cosas, confío y espero, lo siento por los invitados, que durante este 2016 nos volvamos a dejar caer por este rincón para recordar, que también en vivir, como dicen los que saben.

Un abrazo grande para los que en 1978 se hicieron bachilleres en el Colegio Robledo de Calarcá, Quindío, Colombia y hoy deambulan por las perdidas calles de cualquier rincón del mundo.