miércoles, 4 de julio de 2012

El Ipodgrama, subonachi y el Bosón de Higgs

Que mejor comienzo que una manifestación de impedimento, lo que terrenalmente se traduce en "sacarle el fuste al asunto", una muestra del sacalulismo nacional.  Imagino que se estarán preguntado de qué va esto?  Qué hierba se fumó el personaje?; pues nada del otro mundo, todo lo contrario, algo tan mundano como el hombre mismo, según deficinión proverbial que la memoria se empeña en recordar, proveniente de la mano, o pluma, de don Michel de la Montaigne: "El hombre es cosa pasmosamente vana, variable y ondeante", incluida por Porfirio Barba Jacob en la Canción de la Vida Profunda, pero sin el pasmo.

Porfirio, Michel, Higgs, Bonachi y el Ipodgrama, seguimos en las mismas, eh.

Trataré de enderezar el entuerto, y para ello he de retrollevarme a la Escuela Giradot de Calarcá, 1972, que no es mucho, sólo cuatro décadas, que a esta alturas ya no asustan.  Allí, por primera vez, tuve profesores, maestros o docentes, para cada materia o asignatura, como ya lo comente en entradas anteriores, y viví el percance se cruzarme en la vida con uno de los personajes que siguen atravesados en ella, PTT, Carlos Alberto Villegas Uribe, el hijo de doña Graciela...  El otro dato extraible de ese centro educativo y necesario para el embrollo este, es el del profesor de Lenguaje, don Wilson Galvis, a quién nos referíamos con toda la zafiedad de los once años como Don Güipa.

En los años siguientes, los seís del bachillerato en el Colegio Robledo, tuve otros profesores de Español, para el bachillerato las materias cambian de nombre, don John Henao, en los primeros años, no recuerdo bien cuáles otros, pero no olvido a don Pedronel Ospina como director de grupo y profesor de Español en quinto y sexto. Cómo nos sufría don Pedro!, sólo él lo sabe, nosotros escasamente lo podemos imaginar.

Así fue como de la mano de don Wilson, don John, don Evelio, y no puedo saber quién más, tuve mis primeras aproximaciones a eso de la gramática, con su sintaxis, morfologia, semántica, y demás perendengues que ahora no me vienen a la cabeza, y no hay manera de que lleguen en un futuro, por cercano o lejano que esté.  He de confesar ahora, y esto es determinante para el asunto que trato, que si no es por la alcahuetería de Carlos Mario Vargas Aristizabal, Guilligan, para más veras, jamás habría aprobado en los dos últimos años la citada asignatura, me hubiera perdido de formar parte de los bachilleres del Colegio Robledo de Calarcá de 1978, y jamás habría escrito esta bloooogggggg; de lo que se habrían salvado!

Ahora sí, entremos en materia, con mi poca, escasa, por no decir nula filiación con eso de la lengua y sus implicaciones curriculares, no entiendo cómo un personaje que me conoce desde entonces, el doctor Villegas Uribe -doctor de verdad con título y todo- pretende de mí una respuesta al siguiente reto palabrial, cito textualmente  "Ahora juéguese un Mibonachi regresivo capicua, si es tan macho, gorro, el último en llegar es una güeva"...  Sobra decir que el insulto lo recibo por adelantado y la desconfianza sobre la hombría la doy por descontada; más facil sería, si que me pidiera una explicación sobre el Bosón de Higgs, a través del ipodgrama que con temor espero; Al menos estaríamos igualados en la ignorancia desde el principio.

Qué relación puede existir entre la gramática de don Güipa, Higgs con su bosón o si él, Fibonnasi con sus sucesiones numéricas, y el doctor PTT y su-bonachi?, y qué velas tengo yo en el entierro?  como bien dicen en la costa caribe colombiana "mandan huevo!!!

NOTA AGREGADA:  Don Gonzalo Gutiérrez fue otro de los benemétiros profesores que llevó a buen término la asignatura de español, durante esos robledistas años.

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