Cosas curiosas pasan, desde el pasado 10 de octubre, me he encontrado en dos oportunidades con referencias al Nobel de Literatura del 1978, sí, el cuasidesconocido Isaac Bashevis Singer; la primera en una columna de Gustavo Matín Garzo en El País, del 23 de octubre, titulada "El silencio de los animales" y la segunda en una entrevista con Kjell Espmark, académico sueco, exdirector del Comité Nobel, publicada también en El País, el pasado 5 de diciembre.
Y hago mención del 10 de octubre como fecha de referencia, por cuanto en ella hice una entrada en este blog, donde hablaba del Nóbel de Literatura de 1978, apostando por el desconocimiento general de Bashevis Singer por parte de nosostros (los bachilleres del Colegio Robledo de Calarca, de 1978). Ahora no me atrevería a lanzar la sentencia, después de haberlo encontrado en dos oportunidades en el mismo diario y en tan corto tiempo. Es que somos muy rapiditos de lengua y salimos diciendo cualquier cosa, en cualquier momento; como bien dicen por ahí, por la boca muere el pez...
Si hasta estoy pensando en buscarme alguna obra del Singer este, para leerlo y congeniarme con el galardonado en tan recordado año, lo que son las cosas!
NOTA: Mientras encuentro el libro, aprovecho para enviarles un caluroso abrazo, en esta fecha de inicio del la estación invernal en el hemisferio norte, y desearles las mejores realización en el año que ya se nos vino encima. Que el 2011 sea fructífero y los llene de nietos, porque de hijos, imagino que poco, a estas alturas del partido.
Y hago mención del 10 de octubre como fecha de referencia, por cuanto en ella hice una entrada en este blog, donde hablaba del Nóbel de Literatura de 1978, apostando por el desconocimiento general de Bashevis Singer por parte de nosostros (los bachilleres del Colegio Robledo de Calarca, de 1978). Ahora no me atrevería a lanzar la sentencia, después de haberlo encontrado en dos oportunidades en el mismo diario y en tan corto tiempo. Es que somos muy rapiditos de lengua y salimos diciendo cualquier cosa, en cualquier momento; como bien dicen por ahí, por la boca muere el pez...
Si hasta estoy pensando en buscarme alguna obra del Singer este, para leerlo y congeniarme con el galardonado en tan recordado año, lo que son las cosas!
NOTA: Mientras encuentro el libro, aprovecho para enviarles un caluroso abrazo, en esta fecha de inicio del la estación invernal en el hemisferio norte, y desearles las mejores realización en el año que ya se nos vino encima. Que el 2011 sea fructífero y los llene de nietos, porque de hijos, imagino que poco, a estas alturas del partido.
1 comentario:
Mi querido Fernando, por lo visto rápido de lengua y aún más rápido de imaginación. Ten cuidado que por la boca muere el pez!
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