Dicen que quien busca encuentra, pero no siempre se cumple dicha sentencia; por más que busques, algunas veces lo haces en vano. Así que sólo queda un camino, continuar la búsqueda, porque no nos damos por vencidos con facilidad.
Desde los inicios de este blog, hace cerca de cuatro años, he perseguido alguna imágen de la sede del colegio donde realizamos nuestros estudios secundarios; del mismo modo, he tratado de obtener una imágen del mosaico (1) que los bachilleres del colegio Roblero de 1978, grupo sexto A, dejamos para eterna memoria en la institución, vaya qué ilusos!
Pensando en ello esta mañana soleada de noviembre, la última del mes para más veras, me dediqué a buscar imágenes de la plaza de Bolivar de Calarcá y de la iglesia San José, con un resultado bastante curioso, casi todas las imágenes son actuales, con el parque cubierto de baldosines, casi desierto y un frontis eclesial bastante gris. Ya ni los macrocéfalos que habitaron el parque durante algunos años permanecen en pié, y de álboles ni hablemos, ahora sólo baldosas, aunque de aquellos alguna imágen se puede encontrar en la www; tampoco se encuentran fotografías del palacio municipal cuando tenía siete pisos y era el rascasuelos de la municipalidad.
Tal parece que quienes visitan y dejan huellas en la red no guardan relación con el pasado, para ellos existe únicamente el hoy, el ahora, el momento. Pareciera como si la Calarcá de antes del 25 de enero de 1999 no existiera, nadie quisiera recordarla, o, mejor, se hubiera extinguido con el terremoto; también puede ser que paralela a reconstrucción, una silenciosa confabulación haya logrado borrarla.
Puede ser también que la custión tenga otro tinte, los que conservan imágenes de la Calarcá del siglo XX, las atesoran en sus muy personales museos familiares, conservadas con toda curia dentro de sus albumes y archivos, con poco interés para que se hagan públicas, custión más que respetable.
De todas maneras sé que poco puedo hacer desde la distacia para insistir en la búsqueda, algún día, cuando mis pasos me lleven por esas tierras, es posible que encuentre las imágenes que busco y que terminen haciendo parte de esta memoria, si es que aún queda blog para ese entonces. Mientras tanto, seguiré recordando cuando al salir de clases y una vez en la plaza Bolivar, intentabamos bajar mangos a golpe de maletín de los fondosos árboles que custodiaban nuestro parque.
(1) En una entrada de octubre del 2008, publiqué la inmortal fotografia del saco a cuadros, pero limitada a la imagen de quien escribe.
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