miércoles, 15 de abril de 2009

Robledistas

Según puede leerse en una edición de la revista El Robledista, de 1967, sobre el colegio Robledo de Calarcá: "Su fundación se inició en 1928 como escuela de Comercio, y en 1932 pasó a ser Bachillerato... Su aprobación le fue concedida por la resolución No. 3142 de noviembre 14 de 1952."

"Su nombre actual de ROBLEDO se debe a que la Asamblea de Caldas, al hacer la departamentalización del establecimiento quiso hacer un homenaje al Dr. Emilio Robledo Uribe, gran benefactor de la educación caldense."

Estos datos me llevaron a las siguientes cabilaciones:

- Uno pasaba por el Colegio sin darse apenas cuenta de la institución donde estudiaba. ¿Quién, de los egresados en 1978, se dió por enterado que en ese año se cumplían los primeros cincuenta años de vida de la instutución que nos concedería el título de bachilleres? Ninguno, y casi puedo afirmar que los profesores y directivos también lo pasaron por alto, o se lo guardaron muy bien guardado, o lo celebraron a puerta cerrada, vaya uno a saber.

- Ahora bien, que el nombre del Robledo no era un homenaje al conquistador espàñol que por estas tierras había dejado sus huellas quinientos años atrás, tampoco era algo que se mencionara, por lo menos yo no llegué a escucharlo.

- La vida institucional se circunscribía básicamente a las matrícula anual, las clases con sus evaluaciones y las reuniones de padre de familia, con entrega de calificaciones incluida -y las vacaciones y los paros o huelgas de profesores y alumnos- poco más; la semana de la cultura, y alguna publicación fruto de la iniciativa de los alumnos, como lo fue el peródico JUVENTUD en 1978, lo mismo que la revista Eco Robledista de 1972, de la que poseo un desbaratado ejemplar del numero 1 de septiembre y El Robledista de 1967, del que conservo un ejemplar parcial (a partir de la página 23) y bastante maltrecho.

- No recuerdo haber hecho una formación durante los dos últimos años de estudio, y sé que en los cuatro anteriores si se realizaron formaciones fueron casos excepcionales. Izadas de bandera? Nunca, jamás de los jamases, recuerdo que el asta si vivia por ahí, pero de su uso no guardo memoria. . . y creo que él tampoco, tan huérfano de bandera.

Hubo una ocasión, histórica por cierto y la única que recerdo, en la que el Señor Rector, don Bernardo Ruiz S. hizo acto de presencia frente a toda la institución. El año no lo preciso, pero el acontecimiento sí, marchabamos los estuantes cerro abajo, por el caminito pavimentado que conduce al pueblo, entonando gritos de protesta, llenos de arrebato y enardecidos por el espíritu de lucha que tanto no descaracterizaba por aquellas calendas; y ya al final del camino, en las inmediaciones del ìnmortal Pacual Polvero (la cancha de futbol, para los de memoria fina) se nos apareció el rector, colocándose con toda su humanidad en medio del camino; ¿qué dijo?, ¿a que nos retó? ¿impartió alguna orden? No lo recuerdo, pero lo que si es cierto es que todos los estudiantes haciendo eco de su fuerza y vigor, dimos media vuelta y volvimos a las instalaciones del Colegio.

¿Qué pasó realmente aquel día? ahí les dejo ese trompo bailando en la punta de la uña.

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