"La necesidad de enseñar"
"Es imprescindible aprender. Nunca hemos de dejar de hacerlo, es tarea de toda una vida, hasta el punto de que cesar de aprender es el máximo envejecimiento, el definitivo. Pero conviene no olvidar que es decisivo enseñar, que alguien enseñe, que alguien nos enseñe.
"Aprendemos de múltiples modos y maneras, pero esta variedad no significa que hayamos de desestimar la compañía, la complicidad, la proximidad de quienes nos facilitan, nos procuran, nos acercan, nos posibilitan saber..."
"Nunca olvidamos a quien nos enseña bien lo que es verdadero y bueno. Nos inicia en una forma de relación con lo sabido, para que sea parte constitutiva de los somos. Es cierto, se insiste, "hay que aprender a aprender", pero no hemos de olvidar que hay que enseñar a aprender. Alguien ya dijo que enseñar es dejar aprender. Y ese dejar no es una pasividad, es una creación de posibilidades propias para cada cual, apropiadas. en realidad, ello distingue al buen profesor, al buen educador. Tener un buen maestro, disfrutar de la dicha de un buen maestro es un regalo de la vida y hemos de reconocerlo con agradecimiento y sencillez. Lo hemos necesitado y lo necesitamos."
Angel Gabilondo, el Pais, 22 de febrero de 2012
He querido transcribir algunos apartes del blogg de Angel Gabilondo "El salto del Angel", como una forma de recordar a nuestros maestros y profesores, a los que durante los once años en que trasegamos por escuelas y colegios, contribuyeron a formar en todos y cada uno de nosotros lo que finalmente resultamos siendo. Desde los que nos recibieron en la escuela primeria y forjaron los cimientos, hasta los que terminaron la labor en 1978 en el Colegio Robledo de Calarcá. Al decir "terminaron" lo hago sabiendo que fue el final de un ciclo, dentro del espiral que nos arrastra, espiral, no remolino.
Sus nombres los tenemos en listas personales, porque son experiencias individuales, a pesar de que fueron compatidas; bien dicen que cada quien habla de la feria según le fue en ella, y no les falta razón. Imagino que habrán coincidencias, como es lógico, lo mismo que diferencias, no sin razón; pero lo que si tengo claro, es que en un algún rincón de nuestro ser guardamos sentimientos de gratitud por esos hombres y mujeres que con su esfuerzo, dedicación y compromiso, marcaron nuestras vidas. Porque todos tuvimos la felicidad de disfrutar experiencias junto a un buen maestro, y en más de una oportunidad, y sus enseñanzas nos acompañan siempre y nos impulsan a seguir aprediendo, dia a día.
No quiero dejar nombres, cada quien lleva huellas particulares y conserva sus gratos recuerdos...
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