sábado, 5 de abril de 2008

Otros nombres, otros

Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay Ayala ¿qué hay en estos dos nombres? Mucho de historia y algo de histeria. Presidentes de la República de Colombia durante el inolvidable y siempre bien recordado 1978. Sí. El 20 de julio terminaba "El Pollo Vallenato" su Mandato Claro, que se recordaría durante mucho tiempo, pero si la L; e iniciaba el cuatrienio de los bailes en Cúcuta, uno de los más controvertidos personajes de la política nacional de la segunda mitad del siglo veinte. Valga comentar que ahora que los dos pertenecen al olvido, sus recuerdos se cubren con el manto de las sombras, y como en nuestro pais no hay muerto malo, sus mandatos brillan con luz propia y son ejemplo a seguir por las futuras de-generaciones ¡horror!. Claro que de Alfonso a Julio la distancia es grande, muy grande. Y que los historiadores nos cojan confesados.

Luis Carlos Galán Sarmiento, es elegido por primera vez como Senador de la República por el departamento de Santander, once años antes de cumplir su trágica cita en Soacha, en 1978.

La Gobernación del Quindío pasó ese año por tres manos (o tres culos, porque, a más de sentarse en cómodo sillon y devengar un nada despreciable sueldo, ¿para qué sirve un gobernador en Colombia? bien, puede servir como premio de consolación para eternos ex-candidotes a la Presidencia, como lo hicieron los santaderianos en la última elección) Lucely García de Montoya lo fue hasta el 5 de agosto, Olma Inés Beltrán de M. entre el 5 y el 25 de agosto (no le alcanzó ni para una mesada completa) y a partir del 25 Mario Gómez Ramírez.

Ahora bien que la Alcaldía de Calarcá tuvo que tener algúnos personajes allí encaramados, no los he hubicado aún, pero seguiré en la búsqueda. Ya los recordaremos.

El anuario político es muy grande y no es mi intención reconstruirlo, sólo quise traer algunos nombres, para que la memoria no se tueste del todo.

Anwar al Sadat, por entonces presidente de Egipto, recibió el premio Nobel de la Paz, por buscar un imposible que terminaría constadole la vida.

Rafael Antonio Niño ganó ese año su quinta Vuelta a Colombia, magno evento del ciclismo nacional, que, a pesar de la años y la poca atención de los medios, sigue siendo un referente del deporte nacional. El Tour de Fancia lo ganaba por primera vez Bernard Hinault.

Millonarios, el equipo embajador, el siempre bien llamado balet azul, fue por undécima vez campeón del rentado de futbol nacional, en el año del Mundial de Argentina, cuando aún se añoraba el famoso 4-4 chileno (empate de nuestra seleccion ante la Unión Soviética durante el mundial de 1962 en Chile) y la época de Maturana esta lejos. En ese entonces no nos preocupaba perder con Brasil, Argentina, Uruguay o Paraguay, eso se daba por descontado y los marcadores parecían décadas 6-0, 8-0, 3-0. . . tiempos aquellos no!.

Fue el año de Mario Andreti en la Fórmula Uno (de automovilismo). Y Roberto José Guerrero debutaba en la F-3 Inglesa.

Pero no todo eran triunfos, en 1978 perdió el título mundial de boxeo en la categoría de los pesos medianos Rodrigo Valdes, uno de los medianos más completos de la historia, según los entendidos; ya había pasado de época de gloria de Antonio Cervantes - Kid Pambelé y eran los hermanos Cardona los que a trompada enguantada, mantenían en alto el nombre del Deporte Colombiano. Es el año que Muhammad Ali pierde su corona de los pesos completos para recuperarla de nuevo antes de que nos graduaramos, no nos iba a dar tal disgusto y menos en ese momento.

La Carrera de San Silvestre no la ganaría un Colombiano ese año, se la llevó un franchute desconocido, así que Victor Mora, tricampeón hasta entonces y Domingo Tibaduiza campeón de la edicion anterior, no nos cumplieron la promesa.

Y el reinado nacional de la belleza, y la cruz de boyaca y el reinado del pandebono y el de la yuca y "al hueso huesudas"; José, Siempre, Tongolele . . . Chicle y sus tijeras, don Jesús y su Inglesa de papel, La Cigarra de don Jorge, Doña Pura, La Pola, La Napolitana, La Escorial, El Panameño, El Yarí y El Quindío -con su pléyade de peliculas del oeste- La Barra, Flamingo, El Paraíso, Veracruz y la postrera con plátano asado y bocadillo; El Restaurante de Benilda, que no necesitaba nombre; Copelia -La Fuente Nueva- El Pascual Polvero, aquella grama de arena donde tronqueabamos al fútbol, ¿acaso ha tenido algún sobrenombre?; Las partidas (quién las conoció enteras?), Quebradanegra, El Santodomingo con Matusalen, Puente-Rojo y El Matadero; Los Chorros, Barragan, El Alto del Rio, La Bocana, La Virgen Blanca y La Negra, -que no "semos" racistas- El Morro, La Divisa, Sierra Morena, Cansaperros, El Castillo, Los Tanques, El Túnel (no el de ahora sino que que no conducía a ninguna parte), La Línea,. . .

Nombres, nombres y más nombres, abstracciones de un pasado que nos pesa, pero recordamos y recordaremos con la nostalgia de lo que fue, ya no es, pero hace parte de nuestra historia, de ese nosotros abstracto, individual y colectivo al mismo tiempo, que nos alcanza y nos supera, dejando su marca indeleble en cada rostro, rostros que siguen asomándose desde un, cada vez, más lejano pasado.

1 comentario:

CARLOS ALBERTO VILLEGAS URIBE dijo...

Fernandito, gracias por la memoria. Me recuerdas que ese mamut indecente no pudo haber sido elegido con mi voto.